May the Scrum be with you

In Novedades by Onetec

El pasado sábado 28 de Mayo, lo más granado del agilismo nacional se reunía a escasos 100 metros del Real Jardín Botánico de Madrid a primerísima hora de la mañana. El madrugón en fin de semana tenía mérito doble porque coincidía con la jornada de la final de Champions y muchos/as de nosotros/as ya sabíamos que no dormiríamos esa noche.

Sin embargo, no había aquella mañana cabida para el cansancio o la pereza. Mirándonos, cualquiera podía darse cuenta de que entre los presentes reinaba la ilusión, el buen ambiente y las ganas de compartir experiencias y consejos. Entre organizadores y asistentes, nos habíamos reunido un centenar de apóstoles de la cultura Agile y allí no podía faltar Onetec gracias al buen hacer de nuestro especialista en Metodologías Ágiles, Santiago de Blas.

¿El motivo de tan multitudinaria concurrencia? El Taller Scrum y Equipos Ágiles con Ciencia Ficción y Lego Star Wars que organizaban los amigos de 233 Grados de TI. Un evento muy bien preparado y en el que se apreciaba el enorme esfuerzo por parte de los organizadores, en el que incluso las acreditaciones y las botellas de agua seguían la temática de las archiconocidas películas de George Lucas.

Divididos en grupos bautizados con los nombres de los planetas de la saga de Star Wars, tuvimos ocasión de intercambiar impresiones con nuestros compañeros de mesa (viejos conocidos unos, nuevos amigos otros) antes de que Javier Garzás fuera desgranando para nosotros el contenido de su ponencia.

Una ponencia llena de chascarrillos y guiños para los cinéfilos, pero también cargada de un conocimiento profundo de los valores y prácticas del agilismo. Imprescindible para mí el reconocer a Javier no solo sus dotes como orador ameno y pedagógico, sino su notable pericia como ilustrador durante todo el seminario. Sus dibujos del ciclo de vida de Scrum resultaron ser tan ingeniosos como esclarecedores.

Pero el movimiento se demuestra andando y no podría haber sido un taller sin una parte práctica que todos esperábamos con impaciencia. Tal vez incluso con más impaciencia los que ya habíamos tenido la suerte de experimentar en el pasado la potencia didáctica de los bloques de Lego a la hora de entender la construcción de proyectos ágiles.

En cada mesa, un equipo de trabajo con una visión clara del juguete que tenía que fabricar al final de cuatro exigentes sprints. En cada equipo, integrantes con roles bien definidos que entendían exactamente cuáles eran sus competencias, enfocados a aportar lo mejor de sí mismos y a estimular a los demás para conducir el proyecto hacia el éxito.

Entre sprint y sprint, Javier introducía nuevas prácticas, nuevos consejos, nuevos poderes (como los llamaba él) que poner en práctica en la siguiente iteración. Lo urgente era construir el juguete a tiempo pero… ¡qué importante planificar y qué inexcusable revisar el trabajo realizado! Hubiera sido imposible alcanzar los objetivos marcados sin dedicar a cada una de las etapas del ciclo de vida su correspondiente timebox. Todos los presentes lo sabíamos, pero qué revelador es experimentarlo y poder medirlo.

Después del cuarto sprint el taller tocaba a su fin y a algunos de nosotros nos costaba dar crédito al mirar el reloj y darnos cuenta de que habían transcurrido cinco horas en un parpadeo.

Un vistazo a las mesas de trabajo llenas de proyectos exitosos y a las caras sonrientes de sus integrantes sobraba para atestiguar eso que dice Stephen C. Lundin en su libro Fish!:

 “Cuando entre en este recinto para trabajar, elija por favor la actitud de hacer que hoy sea un gran día. Los compañeros, los clientes, los miembros del equipo y usted mismo lo agradecerán. Encuentre maneras de jugar. Podemos tomarnos el trabajo muy en serio sin estar serios. Esté atento para poder estar presente cuando más le necesiten los clientes y los miembros del equipo. Y si siente que le falta energía, pruebe este remedio: busque una persona que necesite ayuda, una palabra de apoyo o sentirse escuchada, y alégrele el día.“