Un poco de rebote me llegó la oportunidad de disfrutar el PAM2016 (Peopleware Agile Management 2016) con las ganas que tenia de acudir y además teniendo en cuenta que uno de los ponentes, el principal y sobre el que giraba toda la jornada, era Alistair Cockburn, de los gurús más reconocidos en este mundo, de hecho, uno de los firmantes del manifiesto ágil.

Y la verdad es que su exposición no defraudo en ningún momento. Desde sus videos con saltos arriesgados para ayudar en sus explicaciones, la defensa a ultranza del KoKoRo (la referencia, el maestro, el ser superior que ilumina a los demás del modo más sencillo y del que por supuesto él es miembro permanente). El maestro tan bien descrito con la imagen del señor Miyagi de la película Karate Kid (dar cera, pulir cera, lo repitió en numerosas ocasiones), hasta la final maestría con la que simplificó en cuatro palabras la esencia del agilismo; Colaborate (colabora), Deliver (entrega), Reflect (reflexiona) e Improve (mejora).

Por lo que entendí, según sus argumentos, a partir de estas cuatro palabras puedes iniciar el camino a la “perfección”, complicando esta esencia de la manera más adecuada a tu momento. Este camino finalmente no es otro sino el de mostrar en cada una de las circunstancias la adaptación del agilismo a las necesidades de ese momento, vamos, que cada cual debe adaptar la metodología ágil a su entorno, empresa, proyecto o lo que se necesite…. siempre sin menoscabar “el corazón” del agilismo representado por esas cuatro palabras.

Es una apreciación discutible, pero ese sentido es el que personalmente me cuadra más en todo este mundo.

Por orden de preferencia he de seguir con la segunda Keynote que iniciaba la sesión de la tarde. Su título ya era una referencia total, “De recursos humanos a humanos con recursos” y cuya ponencia defendió Pere Rosales de INUSUAL. Además de llamar la atención por una presentación muy trabajada, hizo llegar el mensaje claro y contundente de que son las personas las que proporcionan el cambio, las empresas sólo lo promueven, fijando este argumento con una frase de Peter Drucker, también contundente, “la cultura se come a la estrategia para desayunar”. O como yo lo entiendo, por mucho que las empresas promuevan el cambio, este se realiza por las personas y sin ellas absolutamente convencidas e implicadas se camina hacia el fracaso.

El resto de ponentes nos mostraron distintos ejemplos de agilismo implantado en sus respectivas empresas en distintos grados, de distintas formas y con distintos resultados. Me gustó mucho el planteamiento de la charla realizado por Gabriel Sánchez Belmonte de Indra, por su sinceridad en su información, confirmando que en una gran corporación se pueden aplicar metodologías ágiles pero con sentido común, poco a poco y reconociendo aquellos casos en que el negocio hace imposible su aplicación. Además hizo patente con información corporativa que al final su implantación tiene beneficios “reales” para las empresas, cosa importante de cara a las direcciones, pero confirmando que el principio es duro y difícil, para lograr su exponsorización.

No voy a finalizar sin dos comentarios. El primero sobre la sorpresa que ocasionó la presentación realizada por ETS Factory con su ponencia “Recruiting, haz el amor y no la guerra”, en la que diversos actores representaron diferentes situaciones en este ámbito que les sirvieron para explicar su punto de vista al realizar procesos de selección, logrando su objetivo de forma amena y simpática

En último lugar, muy buena actuación del mago Luis Miguel Cabezas, aunque la seguí desde la puerta del salón de actos al tener que salir por una llamada de trabajo.
No me atreví a volver a entrar… Seguro que me hubiese sacado al estrado para alguno de sus trucos….